La oclusión ha sido entendida y enseñada según un enfoque reductor que a menudo toma en consideración solamente la morfología de las caras oclusales de los dientes. En nuestra opinión, este modo de abordar la oclusión la hace incomprensible.
La misma palabra oclusión es muy criticable. Preferiríamos el término articulación de las arcadas dentarias , que evoca el movimiento de estas mismas arcadas.
¿No están destinadas a la masticación de los alimentos? .En otros términos, ¿no están destinadas a moverse?
De esa manera llegamos al corazón de la problemática que nos ocupa: unir la arquitectura de las arcadas dentarias con los movimientos singulares de su función príncipal, la masticación. Es ella quien crea las interrelaciones de todos los determinantes de la oclusión y revela la naturaleza compleja del sistema masticador.
